Tomé hasta
la última gota de la botella de agua que Chris
colocó sobre la mesa dónde
estaba sentada, la manera en que él y el
tal Jason se miraban no era para nada amigable, la mano de Chris aún
permanecía en mi hombro y cada vez la presión era más
fuerte.
-¿No nos
presentas, Chris? –Preguntó Jason
con una sonrisa tan falsa que se reconocería a
metros de distancia.
-¡Vete,
Jason!, nada tienes que hacer aquí. –Respondió él más que
decidido.
Me
levanté quitando la mano de Chris de mi hombro
pues ya me estaba lastimando, acomodé mi
vestido y extendí mi
mano hacia Jason. –Un
gusto conocerte, mi nombre es Violet.
Él
extendió su mano y correspondió al
saludo. –El gusto es mío,
Jason Mathews, Violet, bonito nombre.
Sonreí hacia
su halago. –Gracias, tú y
Chris, ¿son amigos?
-¡Por
supuesto que no! –Fue la única
respuesta que salió de la
boca de Chris, molesto por lo que pude notar.
-¡Hermanos!,
ese sería un mejor termino, en estos tiempos te une
más la sangre que cualquier cosa. –Jason
sonó sarcástico.
-¿Hermanos?
–Pregunté
intrigada, los miré a
ambos tratando de procesar lo que acababa de escuchar. -¿Tienes
un hermano? –Miré a
Chris. -¿y por qué nunca
lo mencionaste?
-O sea,
hermanito, ahora reniegas de tu familia. –Jason
negaba con la cabeza pero a la vez la sonrisa en sus labios no reducía.
-Responde,
Chris, ¿él es tu hermano?
-Es una
historia muy larga, Violet, vayamos a otro lugar. –Me tomó de la
mano e iba a hacerme caminar pero yo me resistí.
-¡Por
supuesto que no!, ¿si o
no?, Chris, es tu hermano, ¿o no?
-Medio
hermano es un mejor término. –Replicó Jason
muy a gusto con la situación.
Chris
cerró los ojos y noté que
respiró profundo. –Aquí no,
Violet, por favor.
Solté su
mano y salí del lugar golpeándolo
en el hombro lo sentí
seguirme y cuando llegaba a la calle me sostuvo por uno de mis brazos, me solté de un
tajo, volteé a mirarlo y no aguanté más. –No
quiero pasar por lo mismo de nuevo, Chris, quiero confiar en ti pero tu no me
dejas. –Me sentía
molesta, cabreada completamente por tener que aguantar todos sus misterios. –Ethan
me hizo pasar por mucho en tan poco tiempo, y simplemente no quiero volver a
pasar por lo mismo.
-¡Yo no
soy él, Violet! –Exclamó
molesto.
-No te
estoy comparando, pero no quiero más
mentiras, ni verdades a medias, si el tal Jason es tú hermano,
o medio hermano, me importa una mierda lo que sea solo tenías que
decir ¡Sí!, no
seguir con tus continuos secretos, que ha decir verdad ya no los aguanto.
-Es que…. Es
todo tan complicado qué…
-Nada
es complicado, Chris, ¡tú lo
haces complicado!, hablar para ti es tan difícil,
necesito saber con quien me estoy involucrando, por favor es tan difícil eso
para ti. –Él me miró en
completo silencio. -¿Quién
eres?, ¿un criminal acaso?, ¡dime!, ¿¡por qué es tan
difícil para ti hablar!?
-¡Eso fue
lo que todos creyeron!, que yo era criminal. –El tono
de su voz se entrecortó un
poco. –Pensaron que yo la maté y
después de eso nada fue igual.
Él
intentó tocarme pero di un paso hacia atrás, no
entendía nada. -¿Matar a
quién? –Pregunté casi
asustada. -¿De qué
hablas?
-¡De
Samantha, Violet!, todos pensaron que yo la maté,
incluyendo a mi familia, hasta ellos me dieron la espalda, como quieres que
hablé de un tema que me hizo perder a todos los
que eran cercanos a mí.
-Pero… -No
sabía que decir ante algo así. – ¡Hablas
de homicidio!, ¿Cómo
quieres que reaccioné ante
esto?
-¡No habló de
homicidio!, Qué no me rechaces es lo único
que te pido, déjame explicarte todo antes de juzgarme, por
favor.
Vi sus
ojos enrojecer y a la vez lo vi a él
impidiendo el paso a las lágrimas,
trataba de procesar sus palabras y negué con la
cabeza. –No sé que
decir, Chris, yo… ahora
entiendo menos.
Él
intento tocarme de nuevo y yo volví a
retroceder. –Estuve a punto de decirte todo, la noche
que Ethan te atacó, pero
la policía llegó y no
pude continuar.
-¿Y después,
Chris?, de hace asunto ya pasó un
mes, ¿por qué no me
lo dijiste antes?
-¡Por
miedo a esto!, a que me juzgues sin escucharme.
-No te
estoy juzgando, Chris, pero con la frase “todos
pensaron que yo la maté”, me
dejas en completo shock, que puedo pensar cuando me dices eso, que ciertamente
ocultas algo, ¿pero qué es?
-Lo único
que oculto es un pasado que me avergüenza,
que con solo mencionarlo las personas me juzgan sin siquiera terminar de
escuchar la historia completa, Violet, ¿confías en
mi?
-Es
algo que intento, Dios sabe que sí, pero tú no me
dejas, Chris.
-Acompáñame a
mi departamento y te lo explicaré todo.
-¿Qué te
acompañe a tu departamento? –Luego
de su declaración,
dudar era mi única opción. –No lo sé, Chris,
yo….
-¿Sientes
miedo de mí por lo que te acabo de decir? –Preguntó casi
que asustado.
-¡Por
supuesto que no!, no siento miedo, Chris, rabia si, algo de confusión pero
sé que tu nunca me harías daño.
-Entonces
acompáñame a mi departamento. –Negué con la
cabeza, él se acercó a mí y está vez no
retrocedí, me sostuvo por ambos brazos suavemente y
su rostro estuvo muy cerca del mío. –Por
favor, Violet. –Susurró muy
cerca de mí boca, no podía
apartarme de él, no podía
rechazarle así que asentí. –Gracias.
–Exclamó casi
que aliviado.
Una lágrima
resbaló por mi mejilla y él la
limpió con el dorso de su mano. –No
llores, por favor, cuando lleguemos a mi departamento lo entenderás todo.
Fui
sincera al decir que no sentía miedo
de él, pues así era, a
pesar del poco tiempo que tenía conociéndolo,
Chris me salvó de Ethan en varias ocasiones y en el último
mes me demostró que de verdad le importaba así que
decidí darle un voto de confianza, nos subimos a
la moto, me sujeté lo más
fuerte que pude de él pues
pensé que tal vez sería la última
noche que lo vería si su
explicación no era convincente.
Chris
encendió la moto y arrancó
tomando el rumbo que daba a su departamento, recosté mi
rostro en su espalda intentando grabarme su olor, a decir verdad tenía miedo,
pero no de él sino de mi misma, de mi reacción ante
lo que él iba a decirme y miedo de perder alguien
que no quería perder por nada del mundo.
Al cabo
de un rato y luego de recorrer el camino más largo
de toda mi vida, Chris estacionó frente
al edificio, bajé de la
moto y él me siguió.
Entramos en completo silencio tanto al edificio como al ascensor, al llegar al
piso fue igual, entramos al departamento y me quedé parada
cerca del sofá.
-Puedes
sentarte mientras vuelvo, voy a la habitación a
buscar algo.
-Así estoy
bien, Chris, acabemos con esto rápido
por favor.
Él
asintió, dio media vuelta y se perdió en el
pasillo que da a su habitación,
mientras me crucé de
brazos caminando de un lado a otro rogando desde lo más
profundo que todo lo que mi mente maquinaba no fuese verdad, no podía
imaginar a Chris cometiendo un homicidio, lo pensaba y lo procesaba una y otra
vez y me era imposible de creer.
-¡Tienes
que ver esto! –Exclamó Chris
saliendo del pasillo y devolviéndome a
la realidad, traía unos
periódicos en la mano y otra cantidad de
papeles, se sentó en el
sofá y me quedó
mirando. -¿Te puedes sentar a mi lado? –Preguntó.
Aún
cruzada de brazos me senté a su
lado, él abrió unos
de los periódicos por la mitad dejando ver una noticia
que abarcaba todo la página pero
el titular era lo más
impactante “Estudiante de leyes apuñalada en su propia casa”
-¿Aquí se
refieren a Samantha? –Pregunté.
-Si,
Violet, pasó hace un par de años,
estando a punto de graduarnos de la escuela de leyes, vivíamos en
un pequeño departamento cerca del campus, esa noche
cuando volví de mi turno en el trabajo la encontré en la
habitación tumbada en la cama y bañada en
sangre por completo, ya no tenía
pulso, y en ese momento llegó la
policía, no se como porqué no me
dio tiempo de llamarlos pero me arrestaron.
-Recuerdo
un poco está noticia, en la prensa salió que el
novio de la chica era el principal sospechoso, Chris, o sea tú, se
referían a ti. –Relajé un
poco los brazos y sostuve los periódicos
que él trajo.
-¡Sí!, se
referían a mí, Violet,
estuve detenido hasta qué se
comprobó que no tuve nada que ver, después de la
autopsia y que determinaran la hora de muerte se dieron cuenta que yo no lo
hice, ese noche estuve en el trabajo hasta tarde y justo en el momento que a
Samantha la atacaron.
Negué con la
cabeza mientras leía
fragmentos de una de las noticias, y era cierto lo que él decía, su
inocencia había sido determinada y aunque quedaron
preguntas sin respuesta lo dejaron en libertad. –Esto es
tan… no sé lo que
es, ni que pensar, Chris… necesito
irme a casa, bajaré y
buscaré un taxi, necesito entender cosas pero
tengo que hacerlo sola.
Me
levanté del sofá y
caminé hacia la puerta. -¡Te amo!
–Escuche salir de sus labios haciéndome
parar en seco antes de abrir la puerta, era la primera vez que escuchaba esa
palabra provenir de él. –No pensé
volverme a enamorar pero lo hice, me enamoré de ti
y te amo.
Mi mano
permanecía en la manija de la puerta y yo trataba de
decidir si abrirla y acobardarme o permanecer de ese lado de la puerta y darnos
una oportunidad. –Lo
dices para que no me vaya, Chris, pero tengo.
-Por
supuesto que no lo digo por eso. –Sentí su voz
está vez más
cerca. –Lo digo porqué es la
verdad, te amo, porqué a
pesar de todo lo que haz pasado estos últimos
meses, aquí estás, no te
dejaste vencer por nada ni nadie. –Sus
manos estaban sosteniendo mis brazos y sentí su
aliento en mi cuello. –Tú no
puedes abandonarme también, tú no.
Confiaba
en él, y en lo más
profundo lo sabía por
eso al escuchar sus palabras y sobre todo ese “te amo”, me
convencieron a no irme, así que
solté la manija de la puerta, di media vuelta
quedando frente a frente con él y vi
algo qué jamás pensé ver,
sus ojos estaban enrojecidos y destellos de lágrimas
se dejaban ver en sus mejillas.
Con el
dorso de mi mano acaricié su
rostro, él cerró los
ojos y suspiró creo que en señal de
alivio. –Yo también te
amo. –Añadí más que
conmovida por verlo de esa manera, acerqué mi
rostro más al suyo y lo besé, y de
inmediato nuestros labios disfrutaron del momento. –Te amo.
–Repetí aún
pegada a sus labios, vi una pequeña
sonrisa aparecer en su rostro, él se
pegó más a mí recostándome a
la puerta, su mano se posicionó al
final de mi espalda y con la otra agarró uno de
mis muslos hasta tener mis piernas alrededor de su cintura y mis brazos
rodeando su cuello.
Me
separé de sus labios y nuestro ojos se
encontraron, ese color tan penetrante que me hacía
perder de todo y solo enfrascarme en su mirada. –Esto
puede terminar aquí si no
estás segura. –Lo dijo
casi como un susurro y fue sincero, sé que si
yo hubiese decidido irme en ese momento o parar lo que estaba a punto de
iniciar él no se hubiese opuesto, pero lo que yo
quería era ser suya, y en ese momento más que
nunca pues me había dado
cuenta lo mucho que ese hombre se había adentrado
en mi corazón, así que
negué con la cabeza y creo que él pensó que me
iría pues su cara se lleno de decepción y bajó el
rostro, sostuve su rostro con ambas manos y lleve su mirada de vuelta a la mía.
-No voy
a irme ni aunque quisieras. –Exclamé y en
mis labios una pequeña
sonrisa se dibujó y en
su rostro todo cambió, sus
labios volvieron a encontrarse con los míos está vez
con más ganas, mis piernas aún
rodeaban su cintura y por nada del mundo pensaba soltarlo.
Chris
me sostuvo fuerte entre sus manos y comenzó a
llevarnos a la habitación, con
uno de sus pies empujó la
puerta y lo próximo que sentí era mi
espalda cayendo levemente en la cama, sin despegar mis labios de los suyos lo
ayudé a quitarse la chaqueta, él se
levantó de la cama y se quitó el Suéter que
traía, me senté y me
quité los zapatos que traía
puestos, me quité el
vestido pasándolo por sobre mi cabeza y quedé únicamente
en ropa interior, Chris ya se había
quedado sin zapatos y luchaba por desabrochar su pantalón,
sonreí al verlo y no podía dejar
de decir algo. -¿Será que te
apuras?, porqué no creo aguantar más.
Él alzó su
mirada hacía mi y sonrió. -¿Está muy
ansiosa Srta Mcfardigan? –Asentí. –Pues
eso lo resolveré
pronto.
Terminó de
desabrochar su pantalón y de
quitárselo, seguido de los boxers que usaba
dejando a la vista su prominente erección, regresó a la
cama y se posicionó encima
de mí, desabrocho mi sujetador y mis seños
quedaron libres y a su disposición. –Eres
realmente hermosa. –Con una
de sus manos acarició ambos
senos, con sus dedos recorrió mi
estomago y al llegar a mis bragas se detuvo, comenzó a
bajarlas y yo le ayudé hasta
terminar sacándolas por mis pies quedando completamente
desnudos los dos.
Sus
dedos regresaron desde mi muslo y acariciando todo su paso hasta llegar a mi
rostro, acarició mis
labios y en sus ojos vi tanto deseo, pasión y
unas ganas desenfrenables, ¿cómo lo sé?,
porqué era la manera en que yo le miraba y de ese
modo me sentía, debía ser
suya y sentir que él era mío por
completo.
-Te
amo, Chris.
-Y yo a
ti. –Susurró
pegando sus labios a los míos,
nuestras lenguas comenzaron un juego en donde no había
perdedor, pues ambos deseábamos
lo mismo con locura.
-Necesito
sentirme tuya, sentir que esto es real.
-Y cómo no
podría ser real, si lo es, es lo más real que
he sentido en toda mi vida.
Y esa
fue la aceleración que
nuestros cuerpos necesitaban, con sus dedos acarició mi
sexo y al hacerlo noté lo
mojada que estaba, necesitaba sentirlo dentro de mí así que
alcé una de mis rodillas para darle más
acceso a mí, lo siguiente que sentí fue su
erecto miembro entrando en mi sexo, gemí por el
mar de sensaciones que llegaron a mi cuerpo, Chris comenzó a
entrar y salir despacio de mi y conforme pasaban los segundos sus embestidas
eran cada vez más
frecuentes y rápidas.
Él se
tumbó boca arriba en la cama y a horcajadas quedé encima
de él, sostuve su miembro y lo acomodé hasta
introducirlo de nuevo en mi sexo, sentí como
se acoplaban a la perfección y
mientras subía y bajaba él
acarició mis senos y con su boca los hizo más que
suyos, sentí como mordisqueaba suavemente mis pezones y
mis gemidos eran cada vez más
contantes y fuertes.
-No
quiero perderte. –Susurró entre
gemidos, sus ojos siempre fijos a los míos sin
perder por ningún
momento ninguno de mis gestos al sentirlo ir y venir hacia mí.
-No lo
harás, amor. –Me pegué a sus
labios y los invadí con
los míos, Chris levantó un
poco su espalda de la cama y en un movimiento sutil volvió a
estar encima de mí
embistiéndome con todas sus ganas, iba y venía
haciendo despertar en mí
cientos de revoluciones, ambos gemíamos al
unísono, moviéndonos
y exigiendo más el uno del otro.
Sentí como
ahora el llegaba con más ganas
y más fuerza hacia mi, haciéndome
gemir y hasta gritar, sentía que
me corría así que le
pedí ir más rápido, más que
una petición fue una suplica, él me
tomo la palabra y se adentro en mí
aumentando las revoluciones a sus movimientos, su rostro estaba cerca de mis
senos, y sentí su respiración
caliente golpear mi piel sudorosa, unas cuantas embestidas más
fueron suficientes para hacerme correr y terminar gritando por el orgasmo más
deseoso que hubiese sentido antes, mi grito se combinó con el
suyo y ambos terminamos jadeando de excitación y
cansancio con nuestros cuerpos abrazados exigiendo no separarse y pidiendo aún más.
Continuará...
ahhhhhh q lindo es cris ,q triste lo q le sucedio ,pero siento q ahi no acaba todo no s porq ......me gusta mucho tu historia ,muy buen capitulo s eme hizo cortito .....un gran abrazo
ResponderBorrarWwwaaaauuuuuu q calor!!! Jijiji q feo lo q le paso a la novia y pobre toda su familia le dio la espalda, y casi casi lo hace ella q lindo q se quedo, ahora despues d decir q se aman q pasra ella con el divorcio y lo de valentine. Besos me encanto el capitulo.
ResponderBorrarWow!!! Hermoso capitulo
ResponderBorrarPobre cris,tambien a sufrido :( y que va a pasar con el diario?
Geacias x el capitulo, nos leemos en el siguiente ,saludos :)
Muy interesante como siempre ,gracias un beso
ResponderBorrarQue capitulo tan mas bueno, hasta calor me dio jajaja que bueno que ellos ya se confesaron lo que sienten, ademas de que chris ya empezó a sincerarse con Violet. Solo habrá que esperar que Ethan no vaya a darles problemas, cosa que dudo.
ResponderBorrarMuy buen capitulo, gracias Karen, como siempre me encanta leerte. Que bueno que te tomarás unos dias de descanso, hay que aprovechar siempre que se pueda. Aqui andaré cuando regreses con mas capitulos.
Nos leemos pronto, cuidate y te mando un abrazo.